sábado, 4 de octubre de 2008

Estas son mis joyas

Esta bonita historia me la ha enviado mi hermano Alfredo y qusiera compartirla. Es preciosa. Gracias tete.



Entre quienes sentían la necesidad de una reforma estaban dos hermanos: Tiberio Sempronio Graco y Cayo Sempronio Graco. Por lo común se alude conjuntamente a ellos como los Gracos. Su madre era hija de Escipión el Africano y su nombre era Cornelia. (Era común que las mujeres de familias nobles llevasen la forma femenina del nombre tribal familiar. Publio Cornelio Escipión era de la familia Cornelia, por lo que su hija llevó este nombre.)
El marido de Cornelia, que había sido cónsul dos veces y se había destacado militarmente en España, murió en 151 a. C., cuando Tiberio tenía doce años y Cayo dos. Cornelia se dedicó a la crianza de sus hijos (negándose a contraer un segundo matrimonio, lo cual era muy fuera de lo común por entonces) y les hizo dar la mejor educación griega.
Estaba desmesuradamente orgullosa de ellos. Cuando en una visita una matrona romana le mostró sus joyas y pidió luego ver las de Cornelia, ésta llamó a sus hijos y, poniendo uno a cada lado de ella, respondió: «Estas son mis joyas».
joyas».

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta la foto

Pronto Iré a tu casa

Tu Amigo

que te llama por telefono

Carmen Ibarlucea dijo...

Hola Esther,
es una historia preciosa... y tus joyas son lindisimas.

He visto el enlace al blog de clonlara, de modo que voy a enlacar para allá, ok.

Un gran beso y bienvenid@s a la globosfera.